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A la hora de decidir qué tipo de tratamiento preferimos a la hora de mejorar nuestra salud bucal, es importante tener presente muchas cuestiones relacionadas con la misma. Desde el precio hasta el modo de empleo son aspectos a tener en cuenta por los pacientes que deciden dar este importante paso. En ese sentido, es vital tener en cuenta que la preferencia del paciente siempre va a ser el contrapunto clave, ya que son ellos los que van a llevar la ortodoncia.

En ese sentido hay que destacar que, pese a que el Invisalign es un método novedoso y que está muy de moda, el uso de los Brackets no va a dejar de existir. Es más, muchos son los pacientes que, hoy en día, deciden quedarse con los Brackets, ya sea por cuestiones económicas o bien porque es más recomendable que lo utilicen dada la necesidad de sus dientes. No obstante, estas técnicas se diferencian entre ellas y en esa dicotomía es el Invisalign el que suele ganar.

La principal diferencia entre los Brackets e Invisalign es la capacidad que tiene este último para poder retirarlos. Cuando el cliente come o se cepilla los dientes puede quitárselos, lo cual es mucho más higiénico. Además, son mucho más cómodos, no produce las llagas que son tan frecuentes en los Brackets y no produce prácticamente dolor, más bien el cliente siente una pequeña incomodidad, aunque una vez pasan unos días ya no sienten absolutamente nada.

Otra de las ventajas que tiene el Invisalign es que se pueden secuenciar los tratamientos a más largo plazo, lo que hace más cómodos a los pacientes acudir a su cita con el dentista. Esto es ideal para aquellos clientes que suelen estar fuera de la ciudad o que, por cuestiones laborales, tienen que acudir cada dos o tres meses a la consulta. El Invisalign es perfecto para controlar el tratamiento pese a la distancia y, además, lo hace con la seguridad de que no habrá urgencias.

Por otro lado, el Invisalign tiene unas prestaciones mucho más avanzadas con una biomecánica que le da un mayor control al ortodoncista de los movimientos dentarios.

¿Con qué tratamiento quedarse?

Lo que está claro es que el Invisalign ha favorecido mucho a que los clientes den el paso de ponerse una ortodoncia. Sin embargo, lo mejor y lo ideal es que cada caso sea estudiado y diagnosticado por un especialista, ya que la complejidad del tratamiento siempre está en el diagnóstico. Por ese motivo, lo mejor es ponerse en las mejores manos posibles y recoger la mayor cantidad de información posible para decidir cuál es la mejor opción. No obstante, la llegada del Invisalign ha supuesto que se convierta en la técnica favorita para los clientes.