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El ácido hialurónico es uno de los principales tratamientos de belleza que se realizan hoy en día, siendo además una manera sencilla y fácil de dar brillo a la piel. Sin embargo, lo que poca gente sabe es que en odontología también se utiliza el ácido hialurónico mediante infiltraciones, lo que ayuda a la hidratación y crear volumen en el tercio inferior facial. Esto supone un complemento perfecto para muchos de los tratamientos dentales que se usan ahora.

Actualmente, son cada vez más los tratamientos odontológicos que requieren del complemento del ácido hialurónico. En ese sentido, no son sólo tiene un efecto de rejuvenecimiento, sino que también son un complemento de los tratamientos que requieren volumen y soporte labial. Y es que otro aspecto que muchos no saben es que los labios son el tercer pilar de la zona oral.

Tratamiento para la sonrisa gingival

La sonrisa gingival se produce cuando, al sonreír, se muestra demasiada encía no quedando alineados los labios en la base de los dientes. Este tipo de problema supone un complejo de autoestima para muchos clientes. No siendo un problema de salud que, ni siquiera, supone un riesgo de padecer enfermedades periodentales, es un aspecto que se puede solucionar gracias al uso del ácido hialurónico sin necesidad de cirugía o el uso de ortodoncia.

Con el ácido hialurónico se perfila y se rellena el labio de tal forma que el paciente enseñe menos encía al sonreír. El problema no se corrige al completo, pero se camufla y se atenúa el problema, logrando un embellecimiento de la sonrisa a muy corto plazo. Los efectos son visibles de forma rápida, lo cual es una ventaja respecto a otro tipo de procedimientos para corregir este pequeño inconveniente que es bastante molesto para muchas personas.

Un complemento para las prótesis fijas, removibles o sobre implantes

Después de la rehabilitación dental el ácido hialurónico aplicado en el tercio inferior facial facilita, además, que los tejidos blandos de la cara no pierdan plenitud si hay reabsorción del hueso mandibular. Las prótesis fijas, removibles o sobre implantes dejaban ciertas arrugas que, pese a que los resultados odontológicos eran óptimos, algunos pacientes decían verse algo peor.

Con el uso del ácido hialurónico se evitan ese tipo de circunstancias, dándole a los clientes que se realizan este tipo de tratamientos dentales un plus estético con el que quedan plenamente satisfechos. Es una manera de complementar perfectamente estas prácticas dentales.

Lo que está claro es que la estética dental evoluciona a pasos agigantados con el paso de los años y cada vez son más importantes para las personas aquellas pequeñas imperfecciones que puede dejar alguna intervención dental. Por ello, el ácido hialurónico supone una ayuda muy importante para complementar tanto la belleza como la salud de los dientes, las encías y los labios, que son pilares fundamentales del bienestar de esa zona del cuerpo.

 

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