¿ Sabías que la caries es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia? Y ¿ que los padres pueden transmitir las caries a los hijos?
Entre 60 y 90% de los niños en edad escolar presentan patología de caries dental. A los 5 años de edad, el 80% de los niños tienen o han tenido alguna caries. Son unas cifras para dar a las caries una importancia que, por desgracia, aún no tienen especialmente en la población infantil.
La caries dental es una enfermedad infecciosa provocada por bacterias que habitan en nuestra boca de forma natural ( S. Mutans es la más importante). Es una patología destructiva que no se “autoresuelve”, pues el diente es la única parte del ser humano que no se regenera por sí mismo. La detección precoz es por tanto fundamental para el buen pronóstico.
Este proceso de destrucción del diente puede empezar desde la aparición de los dientes en la boca del bebé.
La Sociedad Española de Odontopediatría recomienda realizar la primera visita al dentista al año de vida del niño ya que el diagnóstico cuando la caries está en una etapa inicial es difícil. La lesión incipiente de caries y el único estadío de la misma que es reversible es la Mancha Blanca. (Lesiones blanquecinas en los dientes).
Las bacterias utilizan los azúcares de nuestra dieta como sustrato produciendo ácidos por su metabolismo. Estos ácidos disminuyen el pH de la boca favoreciendo el reblandecimiento (desmineralización) de los tejidos duros del diente.
Estos microorganismos son adquiridos. Los bebés nacen con la boca estéril y poco a poco se van invadiendo de gérmenes. La principal fuente de transmisión de los mismos son los padres por contacto íntimo con el bebé (besos, compartir comida, cubiertos…) independientemente de que no tengan caries, el flujo de saliva es suficiente.
Hay otros factores etiológicos o causales como el diente susceptible. Hay dientes con más predisposición genética a desmineralizarse que otros.
El cepillado infrecuente o ineficaz es tal vez el factor más conocido. Hay que empezar a limpiar los dientes del bebé desde que erupcionan a la cavidad oral (alrededor de los seis meses el incisivo inferior). Se limpian con una gasa húmeda. Alrededor de los dos años vamos introduciendo el cepillo de dientes. Lo deben hacer los padres, con un cepillo de cabezal pequeño sin pasta de dientes hasta que el niño sepa escupir. Progresivamente vamos trasladando al niño la responsabilidad de cepillarse (alrededor de los tres años) siempre supervisado por sus padres. Las caries en esta edad avanzan muy rápido. Se ha visto que hasta los nueve años aproximadamente el niño no tiene una técnica de higiene eficaz.
Complementar la higiene oral con Flúor (geles, pastas, colutorios…). Ayuda a remineralizar el diente.
El factor tiempo es determinante en el desarrollo de las caries. Los alimentos deben estar el menor tiempo posible en contacto con los dientes.
Una dieta con muchos alimentos azucarados, hidratos de carbono,… favorece la aparición de caries dental.
Caries del biberón
Se denominan así ya que se producen por mantener el biberón o chupete mojado en algún líquido azucarado en contacto con los dientes. Las caries serán más o menos severas en función del tiempo de contacto del azúcar con los dientes. Clásicamente existía la costumbre de impregnar las tetinas o chupetes en miel, azúcar, leche condensada… para calmar al niño provocando caries devastadoras especialmente en el sector anterior. Podría ocurrir este patrón de caries incluso con biberones de zumo o leche. Se desaconseja dejar dormir al niño con el biberón pues no tendrá su higiene oral posterior y serán muchas las horas de contacto del agente cariogénico con el diente.
Sea cual sea el origen de las caries en la dentición infantil o de leche hay que tratarlas. Las caries, como enfermedad crónica, siguen avanzando si no se tratan.
El tratamiento fundamentalmente es el empaste aunque depende de la progresión de la caries. Si afecta a los tejidos blandos del diente ( la pulpa o lo que la gente llama el nervio) hay que hacer pulpotomías o pulpectomías.
Una infección en el diente de leche puede afectar al germen del diente definitivo que está debajo y una pérdida precoz de un diente de leche puede conllevar problemas como falta de espacio para el definitivo, que se quede retenido el diente definitivo, problemas masticatorios o de fonación…
La caries infantil es una patología muy frecuente y por tanto es nuestra obligación en Clínica Dental Henríquez en Las Palmas incidir mucho en la prevención y diagnóstico precoz.