El uso de ortodoncia ha evolucionado mucho con el paso de los años. Las técnicas utilizadas han mejorado mucho, cada vez son menos invasivas, más rápidas y eficientes. En ese sentido, el último avance tecnológico ha llegado para quedarse entre nosotros y se denomina Invisalign.
Invisalign es un sistema de ortodoncia plástica que permite alinear los dientes mediante el uso de alineadores transparentes que se fabrican para cada paciente de forma personalizada.
Evidentemente, la principal ventaja que tiene esta técnica es que, al ser transparente, no se nota el uso de la ortodoncia, dado que en ocasiones suele resultar algo complicado dar el paso a usar la ortodoncia por cuestiones estéticas. Además, otra de sus ventajas es que, al no ser un aparato fijo que se quita y se pone para comer o cepillarse los dientes, es bastante más higiénica. Lo podemos remover para alguna ocasión especial, no provoca urgencias y por tanto menos visitas a la clínica dental. Es compatible con vivir lejos de la clínica ( pacientes que estudian o trabajan fuera).
A nivel técnico, las ventaja fundamental es la planificación tan precisa que podemos hacer de cada caso.
La técnica Invisalign permite corregir la mayoría de los problemas dentales más habituales entre los pacientes que acuden a un dentista de forma habitual. Entre ellos se encuentran: Apiñamiento, Sobremordida, Dientes superiores/inferiores salidos hacia delante, mordidas cruzadas, mordidas invertidas y huecos entre dientes.
¿Cómo es el tratamiento de Invisalign?
Los alineadores que colocan los dientes mueven las piezas de forma controlada y programada, lo que hace que cada etapa del tratamiento va destinado un determinado grupo de dientes. Los alineadores se elaboran mediante tecnología 3D que proporciona imágenes digitales a través de un software denominado ClinCheck. Dichos alineadores se llevan entre una y dos semanas para luego ser sustituidos por los siguientes, desplazando grupalmente los dientes. El tratamiento consiste por tanto en una secuencia de alineadores transparentes que llevan progresivamente los dientes a la posición final ideal para cada paciente previamente planificada por su ortodoncista. Esta planificación por un facultativo es una parte importantísima del tratamiento.
¿Cuánto dura el tratamiento? ¿Es doloroso?
Como sucede con la ortodoncia tradicional, la duración de cada tratamiento depende del paciente, siendo el ortodoncista el que determine el tiempo. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, suele durar entre uno y dos años. Por otro lado, no es un tratamiento doloroso, aunque sí de forma temporal da una sensación de presión y malestar leve cada vez que se inicia una etapa del tratamiento, disminuyendo a lo largo del mismo. No obstante, con el paso de los días esa sensación desaparece. Actualmente hay productos de Invisalign indicados para tratar apiñamientos o maloclusiones muy leves o incluso recidivas tras un tratamiento anterior. En este caso, el tratamiento puede concluir en muy pocos meses. Es una opción de tratamiento ideal de cara a ocasiones importantes tipo una boda por ejemplo.
Recomendable su uso constante
Por otra parte, es recomendable que los alineadores se utilice durante veintidós horas durante el día, dejando las dos restantes para comer y limpiar los alineadores, que además se limpian con facilidad utilizando agua con jabón. Cada dos o tres días se sumergen en pastillas limpiadoras con acción antibacteriana y desincrustante.
Una forma perfecta, cómoda y simple de corregir cualquier alteración dental o previo a algún tratamiento de odontología estética.
Sin duda, Invisalign es una técnica ideal para poder mejorar la salud bucal de cualquier paciente que lo necesite. No es dolorosa, no es excesivamente larga y a nivel estético no se nota, por lo que es una opción más que recomendable.